Las hemorroides externas son las que están situadas por debajo de la línea dentada anal,
también conocida como la línea pectínea.
Esta línea pectina es la zona o línea separatoria en el que se une el tejido del
que está hecho el interior del recto y la piel.
Las hemorroides externas pueden producir dolor y/o escorzón, este ultimo síntoma
producido más bien por la irritación de la piel adyacente fruto de una limpieza incorrecta, o bien
debido a la irritación que nos hemos producido en la zona con el papel higiénico.
El motivo por el cual las
hemorroides externas
producen dolor y/o molestias y las internas no es por el hecho de que el tejido interno del recto
no tiene o tiene muy pocas terminaciones nerviosas sensitivas por lo que este tejido no puede
procesar ningún tipo de señal sensitiva.
Sin embargo las hemorroides externas están situadas alrededor en un tejido
diferente que si tiene estas terminaciones nerviosas, y por lo tanto estas zonas pueden procesar
dolor, presión, humedad, irritación, etc.
Las hemorroides externas también son propensas a la formación de coágulos de
sangre lo que puede provocar una trombosis conocida como
hemorroides trombosadas
o trombosis hemorroidal.
Tampoco es del todo infrecuente la rotura de las hemorroides externas, siendo
estos dos últimos incidentes (la trombosis y la rotura) los máximos problemas que puede provocar
este
tipo de
almorranas.